martes, 13 de noviembre de 2012

Como mi linda muñeca...

 
Como mi linda muñeca tiene un poquito de tos, 
yo que enseguida me aflijo,
hice llamar al doctor.

Serio... y callado.. a la enferma,
largo tiempo examinó,
ya poniéndole el termómetro,
ya mirando su reloj.

La muñeca estaba pálida, pálida
y yo, temblaba de emoción,
y al fin el médico dijo
bajando mucho la voz.

ESTA TOS SOLO SE CURA
CON UN CARAMELO O DOS. 

Colegio Menesteo en el Puerto de Santa María, Junio de 1994.


Por si alguien lo dudaba, SI, es Esperanza Macarena, o mejor dicho, la Piti, (@EsperanzaMacar, aquella que nos brinda con todos sus pensamientos espontáneos a través de Twitter o Facebook). 

Solo espero que no se enfade por lo que estoy haciendo, pero hoy es un día especial, la Piti cumple 23 añitos y qué mejor regalo que este.




Y es que, ya desde pequeña apuntaba maneras, por algo mi tío le puso, la "chiribita mosqueona". Vale... y a mí, "la niña caprichitos", que después no diga mi hermana que sólo digo su mote.

 
Ceño fruncido y flequillo corto (Mamá! ¿Por qué le hacías eso a mi hermana si sabías que tenía el pelo tieso?, Ah! No!, que eso te lo hiciste tu), a todos nos observaba con sus ojitos marrones y grandes, allá donde estuviese.

De carácter fuerte, pero a la vez, buena, muy buena, mi hermana, siempre tiene la última palabra en todo. 

Da igual, la razón que pueda tener con quien esté hablando, que ella siempre tiene que acabar la frase que está pensando para sentenciar la conversación. Eso me ha costado enfados con ella, que sí Piti que si... que llevas razón... Temblad en los juzgados, que allí va mi hermana, que será la gran abogada.

Y dentro de ese "genio de raza pitisiano", se encuentra una niña, que ya mujer, de sentimientos nobles que siempre será leal a sus principios, amigos y familia y sobre todo tradiciones.





De hecho, mira lo que he encontrado, hermana, para que luego digan que no somos de la Hermandad de la Sed desde pequeñas. Tanto es así, que no hay nada más rancio que ir a ver Los Negritos, un Jueves Santo por la plaza Ponce de León, bien vestidas y preparadas para la ocasión.


Ahora que escribo y escribo, me acuerdo de los días completos que pasábamos jugando en el pasillo de la casa del Puerto, y lo mejor es que aun siendo mayores, lo hemos seguido haciendo.


Mi amiga de asiento de coche, mi hermana, en todos los viajes de hemos hecho, siempre siempre vomitaba, da igual donde fuéramos: de camino a Grazalema, a Madrid o simplemente, a casa de la abuela en Sevilla. Creo que he exagerado un poco. ¡Qué de fotos tenemos de múltiples viajes!

 

Y es que es mi hermana, mi Piti, la mejor, con la que quiero seguir compartiendo más y más momentos de Glorias, familiares... porque siempre será un ejemplo a seguir, mi modelo. MI HERMANA.

 


Te quiere, tu hermana.


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